viernes, 20 de noviembre de 2015

BIZCOTARTA DE PIÑA

Ya sé que el nombre de esta receta no está del todo claro, ya que "el resultado final" juega un poco al despiste porque cuando la pruebas no sabes si es exactamente un bizcocho o una tarta, lo que si es seguro ¡que está riquísim@!


INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
  • 3 huevos.
  • 1 yogurt de limón o de piña.
  • 3 medidas de yogurt de harina blanca de  repostería.
  • 2 medidas de yogurt de azúcar.
  • 1 medida de yogurt de aceite de girasol.
  • 1 sobre de levadura tipo royal.
  • Ralladura de limón.
  • Una pizca de sal.
INGREDIENTES PARA LA BASE:
  • 200 grs de azúcar.
  • 80 ml de agua.
  • Rodajas de piña en almibar.
  • Cerezas en almibar.
ELABORACIÓN

Esta receta se compone de dos partes, para la primera tenemos que elaborar la masa del bizcocho de yogurt, para ver como se hace te remito a el apartado de reposteria de este blog donde está la receta paso a paso.
A continuación te voy a enseñar como preparar "la base".

Lo primero será elaborar un caramelo, para ello pondremos en una cazuela los 200 grs de azúcar.


Seguido le incorporamos el agua.


Removemos ambos ingredientes para que se integren perfectamente.


Lo ponemos a fuego medio hasta que tenga este color. Es importante que lo vigiles de cerca ya que en décimas de segundo puede estropearse si se cocina más de la cuenta porque luego si se quema su sabor no será dulce sino amargo.




Volcamos el caramelo en el molde, y si es preciso nos ayudaremos de una "lengua de cocina" para aprovechar los restos que se quedan pegados a la cazuela.



Lo repartimos bien por toda la base.


Seguido colocamos la piña encima.


Y después cortamos por la mitad las cerezas (también llamadas guindas en almibar) y decoramos al gusto.


Te voy a enseñar "un truco" para que luego te cueste menos limpiar el caramelo de la cazuela. La llenamos de agua hasta donde esté el caramelo pegado y la ponemos en el fuego que ya hemos apagado pero que todavía contiene calor residual, con eso será suficiente para que se ablande.




Vertemos la masa del bizcocho encima de la decoración con la ayuda de algún utensilio.


Nos va a quedar así, y lo metemos en el horno precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo durante 35-40 minutos dependiendo del horno.


Lo sacamos y lo dejamos enfriar un poco, no demasiado porque sino el caramelo se enfriaría y nos resultaría imposible desmoldarlo.


Con la ayuda de un cuchillo despegamos los bordes del bizcocho del molde, ponemos una tabla de cocina en la parte de arriba y con mucho cuidado de no quemarnos le damos la vuelta ... y el resultado final es ¡espectacular!


Con el caramelo lo que conseguimos es una "jugosidad" y un sabor "elevados al cuadrado". Por más que me esfuerce en describirlo se que no puedo transmitirte ni sus sabores ni sus olores por lo que creo que lo mejor será que te pongas manos a la obra y disfrutes en primera persona de este dulce bocado, ¡que lo disfrutes!

domingo, 15 de noviembre de 2015

POTAS EN SALSA

Me gusta mucho esta receta porque a la vez que es sencilla de preparar conseguimos un plato muy sano por los ingredientes que la componen y además nos puede dar "mucho juego" ya que se pueden comer así tal cual o podemos combinarlas con otro tipo de platos para conseguir unas recetas ¡increiblemente buenas! y completísimas.


INGREDIENTES:
  • Potas. En este caso yo he utilizado 3 grandes, que limpias se quedaron en 800 grs.
  • 200 grs de cebolla blanca.
  • 7 cucharadas soperas de aceite de oliva.
  • 30 grs de pimiento verde.
  • 80 ml de vino blanco.
  • 1 diente de ajo grande.
  • 1/4 de pastilla de caldo de pescado.
  • Sal.
ELABORACIÓN:

Lo primero que haremos será lavar bien las potas y cortarlas en trozos no muy grandes. La mejor forma de hacerlo es con unas tijeras.


Picamos la cebolla en trozos no demasiado grandes.


Ponemos el aceite en la cazuela y cuando esté un poco caliente le añadimos la cebolla.


Cuando la cebolla lleve cocinándose unos tres minutos tiempo en el que ya seguro ha cambiado de color le añadimos el ajo picado todo lo pequeño que puedas. Si no eres muy "fan" de este ingrediente puedes prescindir de el.


Remueve bien los dos ingredientes y le añade el pimiento. Como verás yo lo pongo en dos trozos enteros ya que a veces puede que no a todos los comensales les guste encontrárselo en el plato pero si que de este modo le va a aportar sabor a la receta, luego lo retiras y ya está.


Dejamos todo al fuego hasta que la cebolla tenga este aspecto.


Ahora es el momento de incorporar las potas que teníamos reservadas.


Y removemos todo muy bien para que todos los ingredientes "compartan" sabores.


Cuando lleven al fuego poco tiempo, y sin haber añadido ningún tipo de ingrediente líquido verás que las potas "sueltan" un montón de agua. (Las he apartado un poco para que veas todo el líquido).


Le vamos a añadir el vino blanco. Y 1/4 de pastilla de caldo de pescado.


No añadiremos ningún medio líquido más ya que con todo el agua que sueltan las potas de forma natural y el vino blanco será más que suficiente.
Dejamos que se cocinen a fuego medio durante aproximadamente 20 minutos, o lo que es lo mismo, hasta que queden tiernas. Cosa que puedes comprobar sacando un trozo y probándolo.


Ya las tenemos listas, solamente nos quedaría rectificar de sal.
Un acompañamiento perfecto serán unas patatas fritas, pero también puedes optar por acompañarlas de un arroz blanco.


Y también prepararlas a modo de fideua ... simplemente añadiéndole a las potas los fideos ya cocidos.


De esta forma.


Y nos quedará una fideua riquísima.


Como has visto esta receta nos va a dar "mucho juego" y si te decides a probarla verás que el resultado te parecerá tan bueno que la repetirás una y otra vez. ¡Espero que la disfrutes tanto como lo hago yo!

domingo, 8 de noviembre de 2015

ARROZ BLANCO

Este plato es un "imprescindible" de cualquier recetario, un clásico que nos "sacará"  de muchos apuros ya que es muy sencillo de preparar, su tiempo de cocción es muy bajo por lo que en un día de esos con prisas es nuestro aliado prefecto.
Cocinando un arroz blanco conseguiremos la base para infinidad de platos diferentes, ya que se puede mezclar con muchísimos sabores por ejemplo con un huevo frito y tomate, con unas potas en salsa, con atún de lata, en definitiva,  con muchos ingredientes de esos que tenemos siempre en nuestra despensa.


INGREDIENTES:
  • 120 grs de arroz (puedes utilizar arroz redondo o arroz largo, pero yo para esta receta utilizo arroz redondo.).
  • 340 ml de agua.
  • 1 diente de ajo mediano.
  • 2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
  • 1 trozo de pimiento verde.
  • Sal.
Con estas cantidades conseguiremos  2 raciones de adultos y 2 de niños.
Yo te he puesto la cantidad de arroz en gramos y el agua medido en ml, pero quiero que sepas que cuando haces un arroz de este tipo tienes que poner una medida de arroz y el doble y una mitad de agua.
Es decir, tu usas un vaso pequeño como medida pondrás por cada vaso de arroz dos vasos y medio de agua.

ELABORACIÓN:

A mi me gusta mucho el sabor que da el ajo, a si que, cuando hago arroz siempre lo pico lo más pequeño que puedo para que no se note demasiado y a la vez aporte todo su sabor, pero si a ti no te gusta tanto puedes partir el diente de ajo por la mitad y una vez esté el arroz terminado lo retiras y ya está.


Cortes el ajo en el tamaño que lo cortes, comienza la receta poniendo el aceite en la cazuela y agregándole el ajo, mejor hazlo con el aceite en frío porque sino será probable que se te queme y no hay peor sabor que el de el ajo quemado.
Un truco que yo tengo para que a simple vista no se note el ajo, es que lo dejo que se dore lo justo para que al quedarse de color blanco se "camufle" entre los granos de arroz, de otra manera si se dora se verá.


 Tenemos el ajo en el fuego hasta que coja un poco de color.


En este punto le agregamos el arroz.


Y removemos bien todo para mezclar el arroz con el ajo y el aceite. Estaremos unos dos minutos removiendo,( de este modo conseguiremos que el arroz "suelte" su almidón), todo esto a temperatura media, es decir, ni al máximo ni al mínimo.


 Ahora le toca el turno al agua, que lo añadiremos teniendo el fuego a temperatura más bien baja porque si  lo tienes a tope y añades el agua puedes quemarte porque se genera un vapor muy fuerte.


Una vez le incorporas el agua remueve un poco todo.


Ahora le añadimos la pastilla de caldo de carne y el trozo de pimiento.
Incorporamos el pimiento para que le aporte un sabor extra al arroz, y cuando esté cocinado lo retiraremos.


Añadimos la sal. Ten cuidado con la cantidad de sal que pones ya que hay que tener en cuenta con que quieres acompañar el arroz, es decir, imagínate que lo vas a comer con atún, es  un ingrediente bastante salado, si te pasas tú con la sal el conjunto del plato  estará demasiado salado, tienes que tener picardía y tener siempre en cuenta este tipo de detalles.


Volvemos a remover.


Lo dejamos al fuego unos 12 minutos a fuego medio.
Verás que el arroz está listo cuando absorba todo el líquido.
En ese momento apartamos del fuego.


Y lo tapamos con un trapo limpio para que repose.



Un arroz blanco con el sabor que hemos conseguido el nuestro, es un arroz perfecto, porque podría comerse solo, sin ningún tipo de acompañamiento y estaría buenísimo, eso es para mi, un arroz blanco de lujo y bien hecho, el que no necesita de nadie más para estar impresionante.
Espero que te resulte útil tanto la receta como las explicaciones, ahora te toca a ti ponerlas en práctica ¡a ponerse el delantal cocinillas!


martes, 3 de noviembre de 2015

BIZCOCHO BICOLOR

En honor a la verdad, te diré que esta receta no es de esas sencillas, bueno, tampoco es que sea excesivamente complicada lo que pasa es que es muy laboriosa por lo que te aconsejo que te animes con ella solo si tienes un día "inspirado" ya que requiere de mucha paciencia y dedicación.
No me gusta poner recetas con dificultades, al contrario, pero creo que esta merece la pena enseñártela aunque solo sea para que veas lo curiosa que es su elaboración, creo que viendo el resultado te "picará" un poco la curiosidad de como se hace.



INGREDIENTES:

Para la masa base:
  • 250 grs de aceite de girasol.
  • 250 grs de azúcar blanca.
  • 100 ml de leche que no sea desnatada.
  • 1 cucharada de esencia de vainilla o de extracto de vainilla.
  • 4 huevos medianos.
 Para la masa amarilla:
  • 175 grs de harina de reposteria.
  • Media cucharadita de bicarbonato.
Para la masa de chocolate:
  • 125 grs de harina.
  • 25 grs de cacao en polvo.
  • Media cucharadita de bicarbonato.
ELABORACIÓN:

Lo primero que haremos será la masa " base", la cual nos servirá para las dos elaboraciones de masas diferentes que lleva este bizcocho, bueno, según vayas viendo las fotos lo iras entendiendo mejor.
En un bol ponemos el aceite.


Y a continuación añadimos el azúcar.


Le toca el turno a la leche que no tiene que estar fría de la nevera.


Y los huevos que tienen que estar también a temperatura ambiente.


Incorporamos la vainilla.


Ahora lo batimos todo, lo puedes hacer como yo con la varilla manual o si tienes una eléctrica mejor, así trabajaras menos.


Una vez lo tenemos batido nos quedará así.


Ya tenemos la masa "base" ahora lo que haremos será repartirla en partes iguales. Para ello nos ayudaremos de una balanza o como yo que utilizando una cacilla y he ido repartiendo a partes iguales la mezcla en dos boles.


 Procura repartirlo con la mayor exactitud  posible ya que lo ideal sería acabar las dos masas a la vez.


Vamos a preparar la primera masa.
Lo primero mezclaremos los 175 grs de harina con el bicarbonato. Que no se te olvide tamizar la harina.


Luego lo añadimos poco a poco a una de las mezclas.


Y nos tiene que quedar así.


Ya tenemos la masa amarilla, ahora vamos con la marrón. A la masa que nos queda le añadimos los 125 grs de harina mezclada con el bicarbonato.


Y seguido el cacao en polvo, es muy importante que lo tamices al igual que la harina.


El cacao tiene que ser este. En todas las recetas en las que encuentres que tienes que utilizar cacao en polvo se refiere a este, no a otro tipo de cacao de los que se mezclan con la leche para el desayuno.
En este paso puedes añadirle  también la ralladura de naranja. (Yo no tenía).


Removemos con la varilla y conseguiremos la masa de chocolate.


Tenemos las dos masas por separado. Ahora es cuando llega el trabajo "duro".


Utilizaremos un molde redondo ( yo utilicé unos de 24 cm) al cual le pondremos papel de horno en la base y untaremos las paredes del mismo con mantequilla para que no se pegue el bizcocho a los bordes.
Comenzamos en el centro con una cucharada de postre llena de la mezcla amarilla.


Seguido cogemos la misma cantidad de la masa de chocolate y la ponemos encima.


Después encima de la de chocolate otra de masa amarilla, otra de chocolate y así sucesivamente. Con el peso de cada masa, la de debajo se va expandiendo.
Es laborioso porque además parece que no vamos a terminar nunca porque es mucha masa.


Así nos va quedando.


¡Mira que bonito queda, leopardo total!.


Con el horno precalentado a 180 grados lo horneamos unos 35-40  minutos con calor arriba y abajo.
Te reto a que le hagas y seguro que dejarás a tus invitados como poco intrigados de como has podido hacer este bizcocho tan particular.