INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
- 3 huevos.
- 1 yogurt de limón o de piña.
- 3 medidas de yogurt de harina blanca de repostería.
- 2 medidas de yogurt de azúcar.
- 1 medida de yogurt de aceite de girasol.
- 1 sobre de levadura tipo royal.
- Ralladura de limón.
- Una pizca de sal.
INGREDIENTES PARA LA BASE:
- 200 grs de azúcar.
- 80 ml de agua.
- Rodajas de piña en almibar.
- Cerezas en almibar.
ELABORACIÓN
Esta receta se compone de dos partes, para la primera tenemos que elaborar la masa del bizcocho de yogurt, para ver como se hace te remito a el apartado de reposteria de este blog donde está la receta paso a paso.
A continuación te voy a enseñar como preparar "la base".
Lo primero será elaborar un caramelo, para ello pondremos en una cazuela los 200 grs de azúcar.
Seguido le incorporamos el agua.
Removemos ambos ingredientes para que se integren perfectamente.
Lo ponemos a fuego medio hasta que tenga este color. Es importante que lo vigiles de cerca ya que en décimas de segundo puede estropearse si se cocina más de la cuenta porque luego si se quema su sabor no será dulce sino amargo.
Volcamos el caramelo en el molde, y si es preciso nos ayudaremos de una "lengua de cocina" para aprovechar los restos que se quedan pegados a la cazuela.
Lo repartimos bien por toda la base.
Seguido colocamos la piña encima.
Y después cortamos por la mitad las cerezas (también llamadas guindas en almibar) y decoramos al gusto.
Te voy a enseñar "un truco" para que luego te cueste menos limpiar el caramelo de la cazuela. La llenamos de agua hasta donde esté el caramelo pegado y la ponemos en el fuego que ya hemos apagado pero que todavía contiene calor residual, con eso será suficiente para que se ablande.
Vertemos la masa del bizcocho encima de la decoración con la ayuda de algún utensilio.
Nos va a quedar así, y lo metemos en el horno precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo durante 35-40 minutos dependiendo del horno.
Lo sacamos y lo dejamos enfriar un poco, no demasiado porque sino el caramelo se enfriaría y nos resultaría imposible desmoldarlo.
Con la ayuda de un cuchillo despegamos los bordes del bizcocho del molde, ponemos una tabla de cocina en la parte de arriba y con mucho cuidado de no quemarnos le damos la vuelta ... y el resultado final es ¡espectacular!
Con el caramelo lo que conseguimos es una "jugosidad" y un sabor "elevados al cuadrado". Por más que me esfuerce en describirlo se que no puedo transmitirte ni sus sabores ni sus olores por lo que creo que lo mejor será que te pongas manos a la obra y disfrutes en primera persona de este dulce bocado, ¡que lo disfrutes!
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