Esta es una de esas recetas, que se me han ocurrido mezclando ingredientes que me gustan, de esos "experimentos" que unas veces salen bien, como es el caso, y otras ... pues ¡de aquella manera!.
INGREDIENTES:
- 2 huevos.
- 60 grs de cebolla blanca.
- 70 grs de calabacin con piel.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
Estos ingredientes son para una tortilla de una ración. Si quieres hacerla más grande solo tienes que multiplicar la cantidad por comensal.
ELABORACIÓN:
Corta la cebolla en juliana. Es decir, en trozos como estos. Si no sabes no te preocupes, córtalo con la forma que puedas, eso si, que no sean trozos demasiado gruesos porque sino tardaran más de la cuenta en cocinarse y como se queden crudos luego al comerlo puede resultar desagradable "en boca".
El calabacin tienes que lavarlo bien ya que lo cocinaremos con la piel.
Hay que saber escoger bien un calabacin a la hora de comprarlo y tener en cuenta dos detalles, el primero es que cuanto más pequeño sea mejor ya que los que son muy grandes llevan dentro muchas pepitas y poca " carne" por el contrario, los pequeños apenas tienen pepitas y por dentro son muy "carnosos". Y el segundo punto a tener en cuenta es su color, si está de un color verde muy oscuro, mejor quítale la piel porque además de estar dura amarga, por el contrario, si su color es un verde más claro estará a punto para ser cocinado con piel.).
Para mi gusto, es mejor cocinarlo con la piel ya que aporta otro sabor a la receta.
Ponemos el aceite en la sartén y le añadimos la cebolla. Puedes partir de aceite frío o de aceite ya caliente pero controlando que el fuego no esté demasiado fuerte o la cebolla se quemará por fuera y se quedará cruda por dentro.
A mi me gusta dejarla un poco dorada, ya que no sólo ganaremos en estética sino que aportará al plato un sabor muy rico a "tostado".
Cuando la cebolla ya esté dorada añadimos el calabacin.
Removemos bien ambos ingredientes y dejamos a fuego medio.
En este punto le añadimos la sal, será una pizca generosa.
Lo tendremos al fuego hasta que nos quede así. Verás que hay "exceso de aceite", es porque después lo escurriremos bien y utilizaremos ese mismo aceite, que ya tiene un sabor especial, para "cuajar" la tortilla.
Para mi gusto la mezcla de calabacin y cebolla son la pereja perfecta, sus dos sabores juntos son una delicia.
Cuando hacemos una tortilla es importante batir bien los huevos, así conseguiremos una tortilla más jugosa y esponjosa.
De esta forma.
Al huevo batido le añadimos la cebolla y el calabacin. Procura escurrir ambos ingredientes del aceite lo mejor que puedas.
Luego añádele a la mezcla el quesito cortado de esta forma.
Remueve bien la mezcla para que todos los ingredientes se mezclen bien entre si.
Pon la sartén a calentar con el aceite que te sobró e incluso puedes añadirle un poco más si ves que te ha quedado poco. Para cuajar una tortilla tienes que tener en cuenta dos cosas, la primera que tenga suficiente aceite y la segunda que la sartén esté bien caliente para que no se pegue el huevo.
Así nos va quedando.
El resultado final es este.
¡No me digas que no tiene buena pinta!
Ahora es tu turno, prueba esta receta y ¡seguro que te encantará!
Hay que saber escoger bien un calabacin a la hora de comprarlo y tener en cuenta dos detalles, el primero es que cuanto más pequeño sea mejor ya que los que son muy grandes llevan dentro muchas pepitas y poca " carne" por el contrario, los pequeños apenas tienen pepitas y por dentro son muy "carnosos". Y el segundo punto a tener en cuenta es su color, si está de un color verde muy oscuro, mejor quítale la piel porque además de estar dura amarga, por el contrario, si su color es un verde más claro estará a punto para ser cocinado con piel.).
Para mi gusto, es mejor cocinarlo con la piel ya que aporta otro sabor a la receta.
Ponemos el aceite en la sartén y le añadimos la cebolla. Puedes partir de aceite frío o de aceite ya caliente pero controlando que el fuego no esté demasiado fuerte o la cebolla se quemará por fuera y se quedará cruda por dentro.
A mi me gusta dejarla un poco dorada, ya que no sólo ganaremos en estética sino que aportará al plato un sabor muy rico a "tostado".
Cuando la cebolla ya esté dorada añadimos el calabacin.
En este punto le añadimos la sal, será una pizca generosa.
Lo tendremos al fuego hasta que nos quede así. Verás que hay "exceso de aceite", es porque después lo escurriremos bien y utilizaremos ese mismo aceite, que ya tiene un sabor especial, para "cuajar" la tortilla.
Para mi gusto la mezcla de calabacin y cebolla son la pereja perfecta, sus dos sabores juntos son una delicia.
Cuando hacemos una tortilla es importante batir bien los huevos, así conseguiremos una tortilla más jugosa y esponjosa.
De esta forma.
Al huevo batido le añadimos la cebolla y el calabacin. Procura escurrir ambos ingredientes del aceite lo mejor que puedas.
Luego añádele a la mezcla el quesito cortado de esta forma.
Remueve bien la mezcla para que todos los ingredientes se mezclen bien entre si.
Pon la sartén a calentar con el aceite que te sobró e incluso puedes añadirle un poco más si ves que te ha quedado poco. Para cuajar una tortilla tienes que tener en cuenta dos cosas, la primera que tenga suficiente aceite y la segunda que la sartén esté bien caliente para que no se pegue el huevo.
Así nos va quedando.
El resultado final es este.
¡No me digas que no tiene buena pinta!
Ahora es tu turno, prueba esta receta y ¡seguro que te encantará!
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