domingo, 22 de febrero de 2015

TRUCOS PARA AHORRAR EUROS


TRUCO NÚMERO UNO:
Aprovechar bien el tomate de un tarro es fácil y sencillo. Cuando le terminamos podemos echarle dentro un poco de agua, moverle y gracias al agua, desprenderemos todo el tomate que se queda pegado al tarro ( que aunque no lo parezca es mucho).

TRUCO NÚMERO DOS:
Cuando terminamos una botella de aceite, podemos aprovechar hasta la última gota poniendo la botella un rato boca-abajo, veréis cuanto aceite estaba “camuflado” pegado a la botella.

TRUCO NÚMERO TRES:
 “Jugar” con el calor residual del horno y de la vitrocerámica. El calor residual, es ese que queda en el horno o en la vitrocerámica una vez hemos apagado el fuego. Por eso, si estamos cocinando lo que sea, y a nuestro plato le falta un poco para terminar de cocinarse, podemos tener la “picardía” de apagar el fuego, así dejaremos de consumir electricidad pero nuestra receta seguirá cocinándose, gracias a el calor que todavía durará un ratin … ahorrando de esta forma en el gasto en electricidad. Este calor residual también nos puede ayudar en el gasto de agua y jabón a la hora de fregar nuestras cazuelas o sartenes, os lo explico con un ejemplo: he cocinado unos macarrones y se me han pegado un poco en el fondo de la cazuela, si en ese momento, sirvo todos los macarrones y en vez de dejar la cazuela así para cuando tenga que fregarla, pongo agua hasta cubrir la base de la cazuela, y la coloco otra vez en el fuego de la vitrocerámica que todavía tiene calor residual … conseguiré que el agua y el calor despeguen todos esos restos que, luego al fregarlos seguro que me harían gastar más agua , más jabón y más tiempo. Fácil y sencillo ¿no?

TRUCO NÚMERO CUATRO:
Ahorro del pan rallado. Cuando utilizamos pan rallado, por ejemplo para empanar unas croquetas, casi siempre nos sobra, pero muchas veces lo tiramos porque está lleno de grumos, producidos por la mezcla del huevo y el pan rallado. Podremos reutizarlo si lo pasamos por un colador.

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